«Si no bebía estaba ansioso e irritable»

«Empecé a tomar a los 12 años; conforme fui creciendo ya lo hacía a diario. Si no bebía estaba ansioso e irritable. Me junté y tuve mi primer hijo pensando en que todo cambiaría, pero empeoró aún más. El dinero no alcanzaba ni para la renta, pedía prestado a media semana; lo más triste fue cuando comimos brócoli en mal estado.
Eso me hundió más en el vicio. Prefería no llegar a la casa porque eran pleitos con mi mujer. Le prometía que iba a cambiar, incluso hice juramentos, pero no cumplía. Aunque nos separamos, después volvimos y nada cambiaba; ella maldijo el día en que me conoció.
Siempre pasaba por la Universal; y, aunque me dio pena, entré. Sentí mucha paz y la Palabra de Dios fue un balde de agua fría que me dejó marcado para bien. Le dije: “si es verdad lo que dices, dame fuerzas para ya no tomar. No tengo nada, pero haz en mí Tu voluntad”.
Fue muy difícil, mis compañeros me destapaban la cerveza y, al negarme a tomarla, se burlaban de mi fe. Pero el Señor me hacía sentir bien conmigo mismo. Entregarle toda mi dependencia a Él me dio alegría y trajo el cambio: hoy tenemos una casa y ya no hay carencias; pero la mayor bendición fue tener el Espíritu de Dios, pues me ayudó a vencer el vicio y nos ha brindado un hogar feliz.» -José López
Cura de los vicios
Esta reunión es especial para cualquier persona que esté atravesando un problema de adicciones: alcohol, cigarro, pornografía, juegos de azar, internet, videojuegos, compras compulsivas, trastornos alimenticios, etc.
Pero también este método es para un familiar o amigo dispuesto a extenderle la mano a un ser querido para que sea libre de su adicción.
Te invitamos a que participes en la Cura de los Vicios los domingos a las 4 p. m. en el Templo de los Milagros, Av. Revolución núm. 253, col. Tacubaya. O solicita más información en nuestra agenda de direcciones.
(*) La Universal aclara que todos los conceptos emitidos en este sitio web, así como la programación de radio y de televisión, son cuestiones de fe, en modo alguno deben ser interpretados como elementos con atribuciones terapéuticas, en demérito de la medicina, ni de quienes la practican. NO DEJES DE CONSULTAR A TU MÉDICO
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