Solo quien ya recibió el diagnóstico de una enfermedad sabe qué significa tener que lidiar con la perspectiva de un futuro incierto. Cuestiones como «¿Acaso voy a sufrir mucho?» o «¿Cuánto tiempo me queda de vida?» merodean en la mente de quienes padecen una anomalía irreversible y/o incurable en su organismo. El miedo se vuelve grande al notar que, para enfrentar aquella enfermedad, será necesario pasar por un tratamiento largo y doloroso.
Recado de Jesús para los enfermos
En el pasado, muchos sufrieron enfermedades. Cojera, parálisis, ceguera, lepra, mudez y sordera, además de muchas otras enfermedades que azotaban al pueblo. Por eso, el Señor Jesús escogió a 70 hombres y les dio la autoridad para sanar todo tipo de enfermedades y expulsar a los espíritus malignos que causaban esos daños:
«… sanad a los enfermos que en ella haya, y decidles: Se ha acercado a vosotros el reino de Dios» (Lucas 10:1, 9).
Tomando como base este pasaje de la Biblia, puedes ser libre y vencer esa enfermedad que te ha sentenciado. Quien tiene la última palabra es Dios. Así que date la oportunidad de recurrir a Él y usar el poder de tu fe.
(*) La Universal aclara que todos los conceptos emitidos en este medio, así como la programación de radio y de televisión, son cuestiones de fe, en modo alguno deben ser interpretados como elementos con atribuciones terapéuticas, en demérito de la medicina, ni de quienes la practican. NO DEJES DE CONSULTAR A TU MÉDICO.
