«Pero después cayeron, es imposible renovarlos otra vez para arrepentimiento, puesto que de nuevo crucifican para sí mismos al Hijo de Dios y le exponen a la ignominia pública.» (Hebreos 6:6)
Los que ya conocieron la Palabra de la Salvación y recayeron, volviendo a pecar conscientemente, es imposible que otra vez sean renovados para el arrepentimiento, pues no valoraron el sacrificio de Jesús, considerándolo cualquier cosa vana y sin costo. Ellos están desprovistos del temor de Dios.
