«Quería clavarme un cuchillo en mi corazón»

«Me separé de mi esposo y caí en depresión, empecé a tomar alcohol porque me sentía vacía y sin ganas de vivir. Sentía mucha tristeza y soledad, que no podría sacar adelante a mis hijos y que no era nadie sin mi esposo. Tenía trabajo, pero ya no tenía ganas de ir; solo quería llorar, las noches se me hacían eternas por el insomnio. Los viernes salía de trabajar y lo primero que hacía era comprar alcohol, llevaba de cenar a mis hijos y me olvidaba de ellos. Cuando estaba perdida por el alcohol, una voz me decía que mi vida no tenía solución porque mi esposo ya no iba a volver conmigo, entonces tomaba el cuchillo y solo pensaba en clavármelo en el corazón.
Una amiga me invitó a la Universal, y cuando asistí conocí al Dios vivo y entendí que mi vida tenía solución. Aquel domingo había bebido, entonces Le pedí a Dios que me quitara el vicio, y cuando salí empecé a luchar para dejar de beber. Ese mismo día me invitaron a tomar, pero Él me dio las fuerzas para negarme. Cuando empecé a obedecer Su Palabra se me quitó el miedo, entendí que con la ayuda de Dios podía sacar adelante a mis hijos. Me sentía relajada, ya no decía groserías y ya no les gritaba a mis hijos.
Actualmente, no me hace falta el trabajo, ni el alimento, y también puedo pagar mi renta; mis hijos están bien, uno ya terminó su secundaria. Salgo con ellos a comer, conozco lugares que nunca conocí con mi esposo, me voy de viaje y me siento feliz. Hace poco recibí el Espíritu Santo y me dio tranquilidad; quería morir, pero ahora tengo muchas ganas de vivir porque me gusta la persona que Dios hizo de mí. Si alguien pasa por lo mismo le diría que Dios es el único que puede traer paz, le va a quitar la tristeza y la ansiedad por beber, su vida va a cambiar.» -Maura Esquivel
Lo que necesitas saber…
Analizando lo anterior desde el punto de vista espiritual, en el mundo hay dos tipos de personas: aquellas que viven con un vacío y las que no. Pero ¿quiénes son las que viven plenas?
De acuerdo con el obispo Edir Macedo, «quien tiene el Espíritu Santo lo tiene todo». Pues Él es la fuente de la vida plena: «“Si alguien tiene sed, que venga a Mí y beba. El que cree en Mí, como ha dicho la Escritura: ‘De lo más profundo de su ser brotarán ríos de agua viva’”. Pero Él [Jesús]decía esto del Espíritu, que los que habían creído en Él habían de recibir; porque el Espíritu no había sido dado todavía» (Juan 7:37-39).
Por eso, en todas las Universal tendremos el gran día para buscar, por medio de la fe, el fin del vacío que hay dentro de muchas personas. Entonces, si percibes que hay una sensación de que algo falta en tu vida, un vacío que no se llena (por más que te dediques a logros personales, como estudiar, viajar, trabajar, entre otros), prepárate para este domingo 23 de junio y participa en la Reunión del Espíritu Santo.
Hay una promesa de Dios de que Él derramará Su Espíritu sobre toda carne. De esto y más vamos a hablar.
Te esperamos especialmente a las 10 a. m. en el Templo de los Milagros: Av. Revolución # 253, col. Tacubaya. O bien, en una Universal, para encontrar la más cercana a tu ubicación,haz clic aquí.
Sigue con: Prepárate para el Domingo del Fin del Vacío
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