Porque, ¿qué nación grande hay que tenga un dios tan cerca de ella como está el Señor nuestro Dios siempre que Lo invocamos? ¿O qué nación grande hay que tenga estatutos y decretos tan justos como toda esta ley que hoy pongo delante de ustedes?
Deuteronomio 4:7-8
Extraído del blog del Obispo Macedo
Medita también en este mensaje: ¡UN DÍA ENTRAREMOS AL REPOSO DEL ALTÍSIMO!