«Huid de la fornicación. Todos los demás pecados que un hombre comete están fuera del cuerpo, pero el fornicario peca contra su propio cuerpo.» (1 Corintios 6:18).
Para Dios la unión del hombre y la mujer en el matrimonio es palabra de honra empeñada en el Altar y es muy sagrado. Sin embargo, los que desean tener vida sexual fuera del matrimonio es pecado, fornicación, trayendo maldición y desgracia para su propio cuerpo.