«Vengo de un pueblo donde la única opción para las mujeres es casarnos y dedicarnos al hogar. Pero esa situación me hacía pensar que mi vida se había acabado; me sentía sin valor, pues no me veía saliendo adelante en otra área. Sin embargo, después me fui a la Ciudad de México para estudiar, pero tenía carencias económicas. Y tras un abuso que sufrí, quedé embarazada y dejé la escuela: mi proyecto de terminar la carrera se vino abajo.
Posteriormente el bebé murió al mes de nacido, eso me llenó de remordimiento y depresión, incluso quise quitarme la vida. En las peores circunstancias llegué a la Universal; pero ahí aprendí a soltar los sentimientos de culpa y, motivada por mi fe, tomé una actitud diferente.
Tuve la visión para terminar mi carrera de contabilidad y emprender un negocio. Para ese entonces también me casé; juntos logramos tener 2 tiendas, un carro nuevo y un puesto en el centro. Pasamos algunas luchas, pues el negocio más grande se quemó, sin embargo, manteniendo nuestro pacto y confianza en Dios, logramos levantar nuestro actual negocio, que consiste en vender nuestro producto a 13 cafeterías (y, a pesar de la competencia, nos buscan para comprarnos).
Nuestra estabilidad actual ha sido la respuesta de Dios. El secreto está en creer y poner en práctica Su Palabra» -María Elena de Jesús
La Caída de las Murallas
Tal vez tu situación es diferente, quizá tu problema es esa deuda impagable para ti, la mala racha que hay en tu vida. Sea cual sea el nombre de tu aflicción, así como las murallas de Jericó, será derribada por la fe.
Por eso, si quieres un milagro en tu vida, participa este lunes 11 de noviembre con todas tus fuerzas en la reunión de Prosperidad con Dios, especialmente a las 7 p. m., en el Templo de los Milagros, Av. Revolución núm. 253, col. Tacubaya. O bien, acude a la Universal más cercana.
