«Con tal de sacar todo lo negativo, realizaba rituales en mi casa, usando el material que me daban las brujas y los que se dedicaban a hacer limpias.
Como mi hijo estaba muy enfermo, ellos me decían que prendiera veladoras y que realizara otros rituales. Pero en lugar de ver una mejoría, cada vez estaba peor.
Supuestamente usando todos los elementos a finales de año, veríamos un cambio positivo en nuestra salud; sin embargo, iniciábamos el siguiente año en mal estado, en la miseria y con peleas en mi matrimonio.
Mi vida, por donde la viera, era un desastre y creí que la brujería me iba a ayudar, pero me equivoqué.
Logré ver un verdadero cambio en mis seres queridos cuando conocí la Universal. Mediante mi perseverancia, durante las reuniones de viernes, aprendí a usar la fe, solo así vi una transformación completa: mi hijo sanó, mi matrimonio se restauró y mi familia está más unida que nunca.
Mi confianza y fidelidad en Dios hizo lo que ningún ritual pudo: destruyó todo el mal. Ahora somos muy felices y bendecidos.»
«Mi vida quedó peor de como estaba cuando me involucré en la brujería»
