«Mi esposo tenía vicios y peleábamos a golpes»

«Mi esposo tomaba y se drogaba, a veces se perdía durante días. Peleábamos verbalmente y llegábamos a los golpes. Por los problemas, yo sufría gastritis crónica y taquicardias; me la pasaba dormida y no me arreglaba, no salía a la calle porque sentía miedo. Buscamos ayuda con brujos, pero todo se complicó, mi salud empeoró y mi esposo cayó preso. Entonces los gastos se duplicaron, me encontraba sola con mis 3 hijos. Acudí con el especialista, pero solo me mandaban pastillas. Una vez quise aventarme de un puente para quitarme la vida, ya no me importaban mis hijos.
A pesar de encontrarme muy mal, no quería ayuda de Dios. Pero un familiar me insistió y fui a la Universal. Me sentí bien cuando escuché la Palabra de Dios, fue como si me hubieran quitado una venda de los ojos, aprendí a usar mi fe y le entregué mi vida a Él. Tenía la necesidad de que mi esposo cambiara, pero aprendí que primero tenía que trabajar en mí, y perdonar el daño que recibí. Fue un proceso difícil, pero Él me ayudó, y recibí el Espíritu Santo. Después empecé a luchar por mi esposo, cuando iba a visitarlo solía llorar y le decía que nunca lo iba a perdonar, pero ahora ya no peleábamos, y él me notaba diferente.
Durante algún tiempo le compartí la Palabra de Dios y, al ver mi cambio, se empezó a interesar. Cuando salió de la cárcel fue a la Universal, luchó y se fue liberando. Comprendí que todo podía cambiar si poníamos a Dios en primer lugar en nuestra familia. Ahora todo es diferente, si tenemos algún problema, lo hablamos y lo solucionamos, porque ahora es el Espíritu Santo quien nos da la sabiduría. Mis hijos nos dicen: “nunca los vemos peleando”, y yo les respondo: “gracias a Dios, porque es la base de nuestro matrimonio”, si no Lo hubiera conocido, nada habría sido posible.» -Juana Camacho
Amor inteligente
No importa cuál sea tu situación sentimental. La Terapia del Amor es una reunión en donde las familias y los matrimonios aprenden cómo construir su relación de forma inteligente, los solteros aprenden cómo convertirse en la persona correcta, y quienes tienen heridas del pasado pueden sanarlas y comenzar de nuevo a través de la fe.
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