«… y mi propia viña no guardé.» (Cantares 1:6)
Su viña, su vida. Mientras cuidaba la viña de los hermanos, no puede cuidar la propia. Ella piensa que perdió su mocedad y lo mejor de su juventud cuidando a los demás, pero la realidad es que esa fue una de las características que más atrajo a su Amado.
Cuando ella se anuló por sus hermanos, también mostró que sabe qué hacer por los demás y que le gustaría que hicieran por ella en la práctica. Fue lo que el Novio siempre hizo y que, por eso, anhela en su Novia.
