«Las drogas me generaban más problemas»

«Comencé a beber a los 15 años, pero con el tiempo el alcohol dejó de ser suficiente. Busqué algo más fuerte y empecé con la marihuana, luego con el cristal. Por los problemas con mi expareja, mi consumo aumentó hasta drogarme todo el día. Descuidé mi negocio y llegué a tomar el dinero de mis hijos.
Tras salir del anexo, recaí. En ese momento sufrí un preinfarto y terminé hospitalizado. Fue la gota que derramó el vaso: entendí que, si seguía así, iba a morir. Le pedí a Dios una oportunidad y le prometí dedicarle mi vida. Días después, mi mamá me llevó a la Universal.
Llegué escéptico, pero la Palabra que escuché me hizo ver que solo Dios podía cambiar mi situación. Dejé las drogas, pero la ansiedad por consumir seguía. Entonces entendí que me faltaba recibir el Espíritu Santo, porque Su presencia era la única manera de mantenerme firme.
Para que el Señor actuara en mí, tenía que hacer mi parte: meditar en la Biblia, obedecer Su orientación y dejar lo que me alejaba de Dios. Al mantenerme firme en la fe, finalmente recibí Su presencia. Desde entonces, la ansiedad murió. Hoy soy otro; y ahora puedo decir que sí existe una solución para los vicios: Dios.» -Jonathan Ibarra
Cura de los vicios
Esta reunión es especial para cualquier persona que esté atravesando un problema de adicciones: alcohol, cigarro, pornografía, juegos de azar, internet, videojuegos, compras compulsivas, trastornos alimenticios, etc.
Pero también este método es para un familiar o amigo dispuesto a extenderle la mano a un ser querido para que sea libre de su adicción.
Te invitamos a que participes en la Cura de los Vicios los domingos a las 4 p. m. en el Templo de los Milagros, Av. Revolución núm. 253, col. Tacubaya. O solicita más información en nuestra agenda de direcciones.
(*) La Universal aclara que todos los conceptos emitidos en este sitio web, así como la programación de radio y de televisión, son cuestiones de fe, en modo alguno deben ser interpretados como elementos con atribuciones terapéuticas, en demérito de la medicina, ni de quienes la practican. NO DEJES DE CONSULTAR A TU MÉDICO
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