«Y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalén será hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan. Y habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y sobre la tierra, angustia entre las naciones, perplejas a causa del rugido del mar y de las olas.» (Lucas 21:24-25).
La secuencia de guerras y conflictos entre las naciones no impedirá que el Evangelio sea predicado en el mundo, hasta que venga el fin, para la angustia de aquellos que rechazaron al Hijo de Dios.