Filadelfia (Parte 2)

Tanto en Filadelfia como en el resto del mundo, todos los que trabajaron y trabajan con la falsedad y la mentira hacen las obras de su padre, el diablo, conforme a lo que el propio Señor Jesús dijo:
«Sois de vuestro padre el diablo y queréis hacer los deseos de vuestro padre. Él fue un homicida desde el principio, y no se ha mantenido en la verdad porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, habla de su propia naturaleza, porque es mentiroso y el padre de la mentira.» (Juan 8:44).
Tales falsos existieron en el tiempo de Moisés, de los profetas, del Señor Jesús, de Filadelfia, existen aún hoy en día y lamentablemente siempre existirán. Usan la mentira y el engaño, se hacen pasar por hermanos, pero en realidad, son «hermanos». Hablan de Dios, citan las Escrituras, pero su única intención es destruir a los que son de la verdad. Si realmente creyeran y practicaran las Escrituras, además de tener una vida pautada en ellas, procurarían salvar a los perdidos. Sin embargo, la preocupación de los falsos nunca es por las almas de los perdidos. Quieren solo destruir a los verdaderos.
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Cabe observar que el Señor Jesús Se presenta a Filadelfia como Santo y Verdadero, indicando la conducta que Él espera de Sus siervos en medio de tanta mentira y corrupción. Tenemos que vivir separados y en la verdad, duela a quien le duela. ¿Y cuál será nuestra recompensa por eso? Ver a los falsos postrados a nuestros pies testificando cuánto nos ama el Señor Jesús. ¡Él es Quien lo hará! No necesitamos luchar contra ellos, solo continuar practicando la verdad y viviendo en santidad.
«Que el injusto siga haciendo injusticias, que el impuro siga siendo impuro, que el justo siga practicando la justicia, y que el que es santo siga guardándose santo. He aquí, Yo vengo pronto, y Mi recompensa está Conmigo para recompensar a cada uno según sea su obra.» (Apocalipsis 22:11-12).
Al final, todo será revelado; toda injusticia será castigada y toda justicia, recompensada. Lamentablemente, muchas personas que un día fueron usadas por Dios, hoy son usadas por el diablo para quitar a otras de la fe. Las que caen no han perseverado en la verdad y en la santidad. Filadelfia es un ejemplo para los que están caídos en la fe a causa de los demás. La relativa proximidad con Sardis no comprometió la integridad de los cristianos de Filadelfia. A pesar de estar físicamente muy cerca de los muertos espirituales, no se contaminó porque guardó la palabra de la perseverancia en el Señor Jesús.
Y en eso estaba su fuerza.
Continuará…
Libro: La Tierra va a Prenderse Fuego
Autor: Obispo Renato Cardoso
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