«Mi marido y yo nos drogábamos juntos»

«Mis padres me dejaron con mi abuela, por eso soñaba con tener una familia. Años después, me junté con mi pareja, pero se drogaba y pasaba mucho tiempo fuera. Para suplir la falta de amor, empecé a consumir cristal. Al principio, él no lo sabía, sin embargo, cuando me descubrió terminamos drogándonos juntos.

Aunque él trabajaba, el dinero se iba en los vicios. Nos quedábamos con apenas unos pesos y descuidábamos a nuestra hija. Ante lo que enfrentaba, pensé en quitarme la vida junto con ella para que no sufriera como yo.

Cuando estaba por separarme de su papá, mi suegra nos invitó a la Universal. Yo no quería ir, pero él empezó a participar y vi que dejó los vicios, incluso comenzó a demostrarme amor. Ese cambio fue lo que me llevó a querer la vida que Dios tenía para mí.

Me costó trabajo obedecer al Señor perdonando a mis papás, a mi esposo y a mí misma para que Él pudiera obrar en mi vida; pero tan pronto como lo logré, sentí un gran alivio. Esta actitud abrió el camino para recibir de Él algo muy bonito: Su Espíritu. Desde entonces, el vicio terminó y nunca más me he vuelto a sentir sola.

Además, la relación con mi pareja se restauró y nos casamos bajo Su bendición. Él nos ha estado cuidando en muchos aspectos y vivo agradecida porque hizo lo que nadie pudo: llenar mi corazón con Su amor.» -Michelle Gonzalez

Cura de los vicios

Esta reunión es especial para cualquier persona que esté atravesando un problema de adicciones: alcohol, cigarro, pornografía, juegos de azar, internet, videojuegos, compras compulsivas, trastornos alimenticios, etc.

Pero también este método es para un familiar o amigo dispuesto a extenderle la mano a un ser querido para que sea libre de su adicción.

Te invitamos a que participes en la Cura de los Vicios los domingos a las 4 p. m. en el Templo de los Milagros, Av. Revolución núm. 253, col. Tacubaya. O solicita más información en nuestra agenda de direcciones.

(*) La Universal aclara que todos los conceptos emitidos en este sitio web, así como la programación de radio y de televisión, son cuestiones de fe, en modo alguno deben ser interpretados como elementos con atribuciones terapéuticas, en demérito de la medicina, ni de quienes la practican. NO DEJES DE CONSULTAR A TU MÉDICO