Todos tendremos aflicciones

Algunos están viviendo días difíciles hoy, otros los vivirán mañana. Pero hay algo que sabemos con certeza en este mundo: todos tendremos aflicciones.
Has leído bien. Todos, indistintamente, tendremos luchas que nos llevarán a las lágrimas.
Y no importa cuándo pasemos por esos problemas ni cuál será la intensidad de ese dolor, porque el Señor Jesús prometió estar con nosotros todos los días, hasta el fin.
Su presencia nos da fuerza y gracia suficientes para soportar, vencer y permanecer.
Así que, sufra, ¡pero sufra con fe!
Sin desesperación.
Sin quejas.
¡Y sin perder su alegría!
Por Núbia Siqueira
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