¿Alguna vez se ha percatado del poder de influencia que ejerce todo lo que usted ve y oye? Quizá no se ha dado cuenta, pero muchas de las decisiones que tomamos se basan en la información que recibimos. Por ejemplo, desde elegir qué comer, vestir y hasta las actitudes que tenemos con los demás (las cuales muchas veces se centran solo en sí mismo, sin considerar el bien del prójimo).

Entonces, antes de tomar una decisión, ¿se ha preguntado en qué se basó para tomarla? Pues toda elección tendrá consecuencias, ya sea para bien o para mal. Pero esto dependerá de la fuente de sus decisiones. ¿Y qué hacer para tener seguridad de que eso es lo correcto para usted y para los demás? El Ayuno de Daniel es la oportunidad para lograrlo y aquí le explicamos qué es.

¿Qué es el Ayuno de Daniel?

Es un periodo para quien quiere acercarse a Dios. Este se basa en el propósito que Daniel hizo, que se encuentra descrito en el capítulo 10 del libro de Daniel. Durante 3 semanas, él decidió hacer un ayuno para acercarse más a Dios y alcanzar el favor, sabiduría y entendimiento que vienen de Dios; para ello, no se alimentó de cosas placenteras para él. En otras palabras, se enfocó completamente en buscar la presencia del Señor.

Sin embargo, este ayuno que le proponemos no es de alimentos, consiste en renunciar, durante 21 días, a cualquier tipo de información, contenido audiovisual, entretenimiento, música y literatura secular.

¿Cuál es el objetivo?

Constantemente somos bombardeados con un sinfín de información y entretenimiento secular, esto dificulta que tengamos comunión con Dios. Esa falta de comunión es la respuesta a muchos problemas internos de la humanidad: vacío, tristeza, depresión, angustia, ansiedad, inseguridad, falta de paz, miedos, etcétera.

La meta del Ayuno de Daniel es que la persona se adentre en los pensamientos que provienen del Altísimo. Es un momento en el que le demostrará a Dios que Él es lo más importante en su vida, por eso, estará 21 días ayunando y negando placeres y entretenimientos que le alejan de Él, con el fin de lograr algo superior: el bautismo con el Espíritu Santo.

¿Por qué tener el Espíritu Santo?

Él consuela en las luchas, da fortaleza y seguridad para vencer cualquier obstáculo y, sobre todo, es la garantía de la salvación eterna del alma. No es una opción, sino la necesidad más importante de todas, tanto así que el propio Señor Jesús tuvo que recibirlo antes de iniciar Su ministerio.

 Aceptar a Cristo como Señor y Salvador no es suficiente. Muchos han abandonado la fe por la ausencia del bautismo con el Espíritu Santo. Comenzaron muy bien en el primer amor, sin embargo, al no soportar las tribulaciones, negaron la fe. Tener el Espíritu de Dios es indispensable para mantener el combustible de la llama de la fe para así no dejar que esta se apague.

¿Es fácil hacer el Ayuno de Daniel?

Para muchos puede ser difícil renunciar a los placeres del mundo. Pero créalo, quien participa con determinación y sinceridad, su vida se transforma totalmente de adentro hacia afuera.

Paso a paso sobre cómo hacer el Ayuno de Daniel

Durante 21 días, es necesario abstenerse de entretenimiento, música y noticias seculares. Conéctese con Dios y con todo aquello que pueda alimentar su fe, como:

● Participar con más frecuencia en las reuniones de la Iglesia.

● Leer la Biblia y libros espirituales, por ejemplo: En los pasos de Jesús, El Espíritu Santo, El ministerio del Espíritu Santo, Secretos y misterios del alma, El placer de la venganza, entre otros. Estos le ayudarán a reflexionar y poner en práctica la Palabra de Dios.

● Orar con más frecuencia a lo largo del día, enfocándose en buscar ser bautizado con el Espíritu Santo. Realice una búsqueda intensa en la que exprese su deseo de recibir Su presencia. No es obligatorio, pero un ejemplo que muchos bautizados han seguido es marcar un propósito de búsqueda en un horario de madrugada.

● Este periodo requiere momentos de reflexión, autoevaluando cómo ha sido su comportamiento y su vida en general, siendo sincero consigo mismo en las cosas que debe cambiar.

Recuerde, no pierda tiempo en las redes sociales. Si no las usa para trabajar, durante el Ayuno de Daniel, lo mejor es apartarse de ellas para tener su atención exclusivamente en recibir el Espíritu Santo. En todo caso, puede visitar el portal Universal.org.mx, blogs y redes sociales del Obispo Edir Macedo, así como también las del Obispo Franklin Sanches y Universal México. Ahí encontrará información que le será de utilidad y fortalecerá su fe.

Lo que sí puede hacer es ver películas, series y contenidos que le ayudarán a acercarse a Dios. Por ello, le recomendamos sintonizar nuestros programas y la novela bíblica que se emiten por Unife, canal 8.3 de la TV abierta de la Zona Metropolitana del Valle de México. O bien, puede ver la programación a través del streaming del sitio en www.unife.mx.

Una buena opción es suscribirse a la plataforma de Univer Video (univervideo.com) para tener acceso a contenido espiritual en español, como las reuniones del Templo de Salomón y el Santo Culto del Templo de los Milagros, series, meditaciones, documentales, entre otros.

Pero tenga cuidado de no consumir su tiempo libre viendo películas, aunque estén dentro de las recomendadas. El objetivo de este propósito es que desarrolle su relación personal con Dios, estrechando su comunión con Él a través de una conversación sincera. Por eso, vea el texto que marcamos en negritas, que habla sobre orar con más frecuencia a lo largo del día.

Otros consejos que le ayudarán son:

● Pensar en el necesitado le acercará a Dios. Si le es posible, done alimentos no perecederos o kits de higiene personal y entréguelos a la UniSocial, Socioeducativo o UEC para su distribución.

● Evangelizar. Cuéntele su testimonio a los demás, en la calle, el trabajo, a través de las redes sociales, con el objetivo de ganar almas.

● Incentive a sus familiares y amigos a participar también en el Ayuno de Daniel.

¡No se pierda el Ayuno de Daniel y note los cambios en su vida!