El ser humano sufre cada vez más y muchas personas llegan a decir que la culpa es de Dios.
Miseria, injusticias, problemas. Aún después del sacrificio del Señor Jesús en la cruz, el ser humano sufre cada vez más. Muchas personas llegan a decir que la culpa es de Dios. Pero ¿por qué sucede eso?
“Mas esto les mandé, diciendo: Escuchad Mi voz, y seré a vosotros por Dios, y vosotros Me seréis por pueblo; y andad en todo camino que os mande, para que os vaya bien” (Jeremías 7:23).
En realidad, el responsable de todo el dolor de la humanidad es el propio hombre que, en lugar de oír al Creador, hace sus elecciones basándose en sus sentimientos. “El corazón solo quiere sentir y cuando le prestamos atención a su voz, tomamos malas elecciones. Al final, es perdidamente corrupto”, aclaró el obispo Edir Macedo.
Él incluso explicó que el Altísimo solo se comunica con el ser humano por medio del intelecto, de la mente, pues solo así la persona es capaz de obedecer Su Voz. “El corazón es perverso, engañador, ilusiona, no quiere escuchar la voz de Dios. Solo quiere sentir y hacer lo que quiere. Pero, la Palabra proporciona Espíritu, sabiduría, inteligencia, conocimiento, acarrea el Espíritu de Dios adentro de nuestro espíritu”, afirmó.
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Luchas que hacen crecer
Al mismo tiempo que la dirección del Señor lleva a la persona al éxito, no la exenta de enfrentar dificultades. Un ejemplo de eso fue Abraham, que obedeció el llamado de Dios, pero tuvo que atravesar el desierto y pasar por problemas.
“El Señor permite eso para que la persona no se acomode. Al vencer, Abraham se volvió fuerte, inquebrantable. Después, llegó a la tierra que Dios le había prometido y tuvo al hijo que tanto anheló, que a los ojos humanos era imposible tener”, enfatizó el obispo.
Como la Palabra de Dios es el pensamiento del Autor de la Vida, al ser absorbida y practicada, hace que la persona sea indestructible. Aunque pase por obstáculos, tendrá respuestas y soluciones.
Santa Cena en la Escuela de la Fe
Todos los miércoles, en el Templo de los Milagros, en Av. Revolución núm. 253, Col. Tacubaya, CDMX, o en la Universal más cercana a su domicilio, se lleva a cabo la Escuela de la Fe. Por medio de las reuniones, usted adquiere aprendizajes de fe para el éxito de su vida. Participe.
Y este 28 de agosto, durante la reunión, también se llevará a cabo la Santa Cena. Esta ceremonia especial fue instituida por el propio Señor Jesús en memoria de Su sacrificio en la cruz a favor de los que creen.
